Hoy quiero comenzar con esta frase “Si no te
atreves a abrir tus puertas y atravesarla….Nunca sabrás que hay del otro lado”
autor Anónimo.
Considero que no hay una mejor frase, que explique lo que hoy día
pasa en Latinoamérica, al observar el vía crucis, en el cual se han sometido, en la adopción de
normas internacionales de contabilidad; pocas voces aparecen y señalan, que
este no es el camino más certero, que debemos dar un paso adelante y crear
nuestro propio modelo contable, adaptado a nuestras economías, culturas y
realidades, respetando el principio fundamental de autodeterminación de los
pueblos; pero estas voces son como pequeñas luciérnagas, en un espacio invadido
totalmente de oscuridad; apenas son perceptibles. La oscuridad es tan tensa,
como una neblina; minada posiblemente por el sentimiento que todo lo que se hace
afuera de nuestras fronteras; será siempre mejor que lo que fabriquemos
nosotros en nuestros países. Tal vez un sentimiento de inferioridad, que se nos
ha enseñado por décadas, en donde se no ha mostrado, que en aquellos países desarrollados,
encontraremos el sueño de todo ser humano, de total bienestar, posiblemente sea
esta la motivación por la que muchos nacionales, prefieren labrarse un futuro
en eso países desarrollados, porque está plenamente convencidos, que desde este lado del mundo, no hay un mejor
futuro. Explicaciones muchas o ningunas; tal vez sea la simple convicción de
que esta normas internacionales de contabilidad, es lo mejor que se ha creado.
La verdad, siempre he dicho y aquí hablare
solo por lo que he visto en Venezuela, que todo lo que inicia mal, no puede
tener un buen final. Sé que muchos de mis lectores, me criticarán y afirmaran
con vehemencia, que mi actitud es propia de quienes se resisten a los cambio.
La verdad mientras más leo y estudio las normas, sigo pensado que es un error
haberlas adoptado, que es un error no crear nuestro propio modelo contable, que
nuestras realidades pesan demasiado y no se adaptarían ni en mil años, a ningún
sistema que no identifique nuestra realidad económica, social y política. Sin
embargo; al igual que el esclavo que desea liberarse del amo que lo oprime, que
restringe su libertad, que lo azota desgarrando su carne y haciéndolo doblegar a
su voluntad; asumo por lapsos de tiempo, mi deber de acatar unas normas impuestas,
por la voluntad de un determinado grupo que conforma el directorio de la FCCPV, quien un día decidió
que todos adoptáramos dichas normas; algunos dirán que como puedo decir esto,
si las autoridades fueron elegidas en elecciones democráticamente y que dicha
decisión, se baso en un directorio que fue decidido de la misma forma y los representantes que acudieron a la cita, eran
la representación de la mayoría de los agremiados; según pautan los estatutos y
así fue, nada más cierto; pero que distinto habría sido, si esta decisión se
hubiese basado en una consulta plasmada en un referendo nacional con todos los sectores involucrados y
en vez de una representación, la decisión
viniera de la participación y expresión inequívoca de todo el ámbito nacional,
sobre todo cuando tal decisión afecta de sobre manera el entorno económico y financiero
del país. Mi espíritu rebelde, o tal vez
mi sangre que no puede negar, de quienes venimos;¡ si de esos hombres que un
día pensaron que debíamos de dejar de ser esclavos y ser hombres libre!, a
quienes muchos consideraron locos, por siguiera pensar enfrentarse a un gran imperio
como el español, tal vez sea esa misma sangre, que llevo a un excepcional venezolano,
con una inmensa capacidad de pensamiento y visión futurista, a libertar cinco
naciones y creer profundamente en una Latinoamérica unida, capaz de labrar su
futuro, sin domino de nadie; sea la razón, que me haga presentarles a ustedes hoy, en total rebeldía,
esta nueva publicación, de uno de entre pocos, que creen que la vía correcta,
es diseñar nuestro propio modelo contable.
Fuente:
http://www.gestiopolis.com/regulacion-contable-armonizacion-y-normas-internacionales-de-contabilidad-ante-la-globalizacion/
Temas Relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario